La propuesta de la Comisión Europea en caso de no alcanzar un acuerdo implica mantener el actual nivel de conexiones aéreas, pero no contempla un incremento del número de vuelos.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA, ha reconocido que aunque la mayoría de los vuelos de pasajeros entre Reino Unido y la Unión Europea se mantendrán tras el rechazo del acuerdo del Brexit por parte de los miembros del Parlamento Británico, existe cierta incertidumbre entre los viajeros y las líneas aéreas sobre lo que ocurrirá una vez se produzca el abandono de la UE.
Un Brexit duro podría llevar a limitar los vuelos entre ambas zonas, lo que arruinaría muchas oportunidades económicas y conduciría a un aumento de los precios para los consumidores. La propuesta de la Comisión Europea en caso de no alcanzar un acuerdo implica mantener el actual nivel de conexiones aéreas, pero no contempla un incremento del número de vuelos en 2019.
Frente a esto, desde la Asociación estiman que serían necesarias cinco millones de plazas más para mantener el aumento de la demanda que se espera para el próximo año, especialmente en la temporada estival.
Los niveles actuales se mantendrán incluso si no se alcanza un acuerdo y es algo a tener en cuenta para IATA, pero a dos meses de que Reino Unido abandone la Unión Europea, las aerolíneas no saben exactamente para qué tipo de Brexit deben prepararse.
Existe una gran incertidumbre a nivel legal y comercial sobre si los planes de la Comisión Europea de limitar los vuelos funcionarían. En el pequeño periodo que resta para que llegue la fecha, tanto la Unión Europea como Reino Unido deben priorizar la búsqueda de una solución que aporte mayor certeza a las aerolíneas sobre sus planes para atender la demanda.
FUENTE: Cadena de Suministro